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EXE(j\_CICIOS
Enero.
Theodoíio. Propufieron al Canto Abad los Limofneros
file parecía conveniente, fe hiciefen faber las neceG–
dades de la Cafa
a
aquet
ho~bre
can caritativo? De
ningun modo, refpondió
el
Santo, que efo fería faltar
a
la confianza en la divina Providencia. En aquel mif..
mo dia
fe
la premió Dios; porque haviendo llegado
a
la
puerta del Monaíl:erio un hombre, que l'levaba
grande provifion de Viveres para otros , fe quedaron
inmobles las cavallerías que conducian
el
comboy, fin
fer pofible hacerlas dar urt pafo adenlante :
y
con feñal
tan manifieíl:a de la voluntad divina dejó rico al Con–
vento de Theodofió para muchos días.
Profefaban eíl:recha amiíl:ad San Sabas ,
y
nueíl:ro
Santo , y comunmeme los llamaban los dos Apóíl:o–
les de l
s
defienos de Palefüna. San Sabas governa–
ba un gran número de Solitarios en
fu
Laura,
y
Theo–
dofio un número mucho mayor de Cenobitas en fü
Convento. Movidos los hereges Emichianos de la gran
reputacion de nueíl:ros Santos , no perdonaron
a
me–
dio' diligencia' ni artificio para ganar
2
fü
partido
a
dos
hombres ran infignes. El Emperador Anaíl:afio , gran
Fautor de eíl:os hereges, fe valió de promefas,
y
de
amenazas para engaí1arlos; pero fiempre los halló in–
vencibles.
U
nidos indifolublememe para defender los
interefes de Dios ,
y
de la Igleíia , fe opufieron intré–
pidamente
a
la violencia del Emperador con un
nú–
mero cafi infinito de Religiofos ,
y
de Solitarios. Aun–
que
el
carall:er de los dos era Ía humildad,
y
la
dul–
zura' fueron fiempre intrépidos'
e
inflexlbles en de–
fenfa de la verdad. Crey6 el Emperador que luvia en·.
comrado el fecreto de ganar por
lo
menos
a
Theodo–
úo.
Envióle una fuma de fefenta
marcos de
oro~
con
el