fDEP'OTOS.
yoc:ac[on, no
obílante
b
refolucion priinera:
pero que-
Dia
XI.
ri1
Dios que
fc1 e{e
úril
a
muchos ,
y
efrendió
t:mto
la
rcputacion de
[u
virmd , que concurrió
a
la gruta una
inumerable muldrud de gente, pidiendole con iníl:an-
cias que
los tomá(e debajo de
fü
direccion.
No
po-
di1 reíl íl:irfe
a
la voluntad de Dios ran defrubierta
el
q ue
h.lVi:i.
hecho
t:m
generofo facrificio de la fuya , ni
podía negarfe a los que unicamente le bufcaban con
el
defeo de rrabajar eficazmente en el imporranre negocio
de
fu
erema falvacion ;
y
aíi recibió luego
a
feis
J
o
.i
fiete ' pareciendole que podía limirarfe
a
efie reducido
I
numero.
La
prime ra leccion que les
dió ,
fue que tuviefen
perpetuamenre
en
la conúderacion
y
en la memoria
la
imagen de
la
muerre; perfuadído
a
gue emre todos
los exercicios de piedad que fe pueden inventar para
hacer grandes progrefos en
la
virrud,
y
p:ira: domar las
p2fiones ,
el
comínuo penfamiento de la muerte es
el
mas
efic~z
de todos. Mandólos trabajar una efpecie
de
bobeda,
o
cementerio , para el entierro comun ;
y
lue–
go
que fe concluyó la obra, les dixo con aquella
gra·
cia,
y
con aquella apacibílidad que le haci:in ran ama·
b le:
H ermanos , la fepulw ra
yá
eflá abierta : ahora
fti!ta quien
ha_~a
la
dedicacion.
H avia emre ell os un
S.i
erdme llamado BlGlio, que folameme fufpi raba por
la
di ha de vér
á
Dios , y arrojandore intrepidameme
a
lo pi
de Theodofio, le dixo :
ÍO,
Padre, la haré,
(i
me
dds
licencia.
Conoció
el Santo
con luz del C ielo lo
que ha
ia
d
fucedcr ,
y
permiti6 que BaGlio
fe
me–
ti
fe
y
G
e
h:
e
en
b.
íi
pulmra: mJod6 que
le
canrá–
fr n
el
Oíl -io de difuntos, como fe eíl:ila en el dí a d
1
ennerr , en
el noveno,
y
en el
cabo
de
año ,
y
al aca-
bar·
•