f>BVO TOS..
que todo el efeéto de
la
buena educacion. Haviale
pr~·
venido Dios con todas
l~s
difpoíiciones de la naturale–
za
y
de
la
gracia, que eran necefarias para los grandes
dcGgnios
a
que le deíl:inaba
fu
amorofa providencia .
Un ingenio vivo, s61ido, eminente, capaz de rodas las
ciencias; un juicio perfpicáz , claro,
y
derecho; un co..
razon noble, generofo, d6cil; unas modales gratas,
apacibles, naturalmente políticas
y
cultas; un fümo
horror al pecado , una fublíme idéa de Dios ,
y
una.
inclinacion natural al retiro ,
ya
la vida interior.
Defcubrió luego ellas prendas en el niño Guiller...
mo Pedro el Ermitaño , tio foyo materno
1
Arcedia..
no
de Soifons, hombre exemplar y sábio;
y
enamora–
do de ellas , fe encargó él miíino de fer
fu
Maefüo en
los eíl:udios. Hizo en ellos maravillofos progrefos
el
difcípulo, acreditando la en(eóanza de tan ínfigne MaeC.
tro : en poco tiempo fue mas sá.bio de lo que corref–
pondia
a
füs
años; pero aun rodavia fue mas virmofo
y
mas fanro. Defde entonces aprendió
á
defpreciar rodas
las grandes efperanzas que el mundo
1
fu nacimiento,
y
fus bellas prendas podían prometerle;
y
haciendo
unicamente efümacion de los bienes eremos, fe dedi–
có al eíl:ado
Ecl~íiáfüco.
Apenas abrazó efie efbdo,
qllando le hicieron Canónigo, primero de la IgleGa de
Soifons , y defpues de la de París. En una
y
en orra
fü
modeíl:ia ,
fü
gravedad ,
fo
cirrnnfpeccion, fu fabidu –
ría,
y
fü
vida exemplar, fueron la admiracion de
to–
dos ,
y
el modelo de los EcleGáíl:icos.
Pero aunque el eftado que :icabab:i
de
abrazar era
u n fanto, como le llamaba Dios
a
un grado de
perfec~
cion
tan eminente, le eíl:aba fiempre infpirando arden–
.tifsimos defeos de vida
mas
i·etirada.
Q!.ando
fe
confi·
de-
Día
X_,_