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al matrimonio de los Eclesi<1sli ros. La nm·vn juri prudencia
que ha adoptado el autor de lo diserlar ion, le ha hecho l'reer
que el matrimonio que conh·ajo el Obi
pt>
TaiiiPI'and en el
año
de mil ochocientos quiuce fu é válido, que solamente la ter–
quedad del
s.·.
Pio
VII.
lo obligó
a
desconoC'er la IPgitimi·
dad de este mah·imonio,
y
qete .. hicieron
mui
mal
los SS.
Carlos
V.,
Fernando
l.,
Maximiliano
11.
y
olms
'¡winfip~>s
de Alemania cuando suplica.ron al Ol>is·po de Rqma pa•·a que
declarase la Jmlidad de los matrimonios clandestinos
y
les
ron –
cediese permis6
á
los Clérigos para qne pudiesen con t•·ae•·
ma ~
trimonio libremente
y
sin dispensacion al ff una ; del mismo
m
o-
• do sostiene, que los
Ecles~ils ticos
deben
st>r
padres de
famt'–
Jia
y
que este es
el
p•·imer deber que fes impone
la
sMie ~
dad; con el mismo objeto supone que los Gobiernos deben
interesarse en el prog•·eso de la poblacion
y·
en
e\
aumento
de los individuos
ae
1
especie humana llOr medio dE>
la
pro~('riprion del celibato.
S
ha·e estos principios incoheren tes
atribuye todtr la potestad lejislativa
á
la
aul<,widad ci vil ,
y
le
niega enteramente á la Eclesiá tica .
Si
el
Gohie1·no quie re qt1e
los Presbiteros
y
Obispos contrai gan matrímonio, deben ve ri –
fica•·los
á
pesar de todas las prohibiciones de los ·Papas
y
de
los Coacilios.
La
ilegalidad de estas aserciones se fu nda en una
in–
finidad de hechos, de los cuales no se . puede deJuci1· .la con .
secuencia de que estos. actos sean legítimos . El Obispo Tai–
llerand contrajo 81alrimonio, · contJ·a la prohibicion de la disci–
plina Eclesiastica; tambien Lutero
se
casó,
y
á
la bula de es·
comunion fulmi nada por la Sede Apostólica contestó con otra
bula, en que
él
se hacia superior al Pontífice
y
lo rcprerpiia
como
á
inferior: Ena·ique
VIII
desconoció la autoridad
Pon–
tificia
y
la primacía de la Igle3ia Romana,
atrib'uy{md~>se
PI
de–
recho de decidir definitivamente en las mat<.>J'Ías de
fe y
cos–
tl~~·bres. ~e igu~l
modo se han arrogado otras facultades
los
dl s Jd~ntes,
o los que se han separado Je la comunion de
la
Jgle::ow; mas en una
Republi~a
que reconoce
po1· unico
religion