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hermanos: n>vosotros instituidos maestros de

la

vcr -–

cl'acfora dDctri'na, que debeis responder del rebaño en- .

ya enseüa-nza está encargad·a á.

vu~stra

paternal soli–

citud;

y

me dirijo á vosotros, no

c~ertamente

recor–

dándoos los

sp.gr

.~

d.os

deberes de l'os Curas de almas,

que no 11ue<ten d_ejar de .ha<¡er gratos vuestros desve–

los; sinó liaciénd:oos presente que ellos deben redo–

blarse, en proporcion de los peligros que amenazan

á

la parte ele mi amada grei. sometida

á

vuestra in–

mediata direccion. .Pueblos casi nuevos de un Esta-

. do naciente, formados, en su gran mayoria, de fi eles

cuyos abuelos se conservaron por muchos siglos en

la tenebrosa noche del paganismo,

y

para quienes, las

tres centurias que los separan del. abismo de errores

en que yacian s'epultados, no han bastado para eman–

ciparlos COplpletamente de lars preocupaciones, cuyas

raices no dejan crecer en toda su libertad y lozania

las verdades del Evangelio, sino mezcladas

y

confun–

didas con los errores de la idolatria, trasmitidos con

las creeiicias

y

con los hábitos

y

costumbres de nues–

tros .antepasados:-no puede decirse que se h.allan re–

generados E-n toda la amplitud del cristianismo, quie–

ro decir en toda la

pu~·eza,

sencillez

y

fecundidad de

su doctrina. V<?SO.tros sois los

llama~os

á

com:rietar .

esa regenerftcion con vuestras lecoiones

y

con vuestro .

ejemplo. Nunca será excesiva vuestra consagracion

ft

desarraigar esos funestos gérmenes,

sostenido~

por

la ignorancii;t

y

por las falsas

~octrinas,

fuente de er–

rores funestos, que materializan la creeucia

1

enferm.an

el espíritu, desvian la fé, envician la verdadera dóc–

trina

y

déspojan-lqs dogmas

y

p1:eceptos del E_vange–

l~o,

de la divina sencille·z con-.que nos los legó ·el Re..

.dentor .

y

~os ·

enseña

y

esplica nuestra Santa Madre '

la

lgle~ia.

Tengamos siempre presente,

amados

her–

manos, que

á

nosotros mas particularmente se dirijió

\

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