LA PROPHECIA DE ISAIAS.
quaerunt , et .sci re vias m:as
olunt : quas i gens quae
iu–
stitiam
£ cerit ,
et
(
iudicium
D ei sui non dereliqueri t : ro–
gant me iudicia
iu titiae ·_ ap–
propinq uare Deo volunt.
3
i
Qua re
ieiuna imus , et
non a pexisti : h urnili
:
u
a–
n1ma
n~tra s
, et nesci ti? E c–
ce in die ieiunii vest ri inveni–
tur voluntas vestra , et omnes
debitere
e tros r epeti t is.
4
Ecce ad lites e t contentio–
nes ieiun tis , e t pe rc utitis pu–
gno impie. Noli te ieiu na re sicut
ooque ad ha nc diem , ut audia–
tur
in
excelso clamo r ves ter.
5
i
N umquid
a
t al e est iei ..
nium quod elegi , pe r diem
af–
fligere
h6"min~
anima m suam ?
i
numquid contorquer e quas i
ci r–
culum capu t suum , et saccum
et cinerem ste rn e re ?
i
numqu id
istud vocabis iei un ium, et diem
acceptabilem D omino?
6
i
N
onne
hoc
est magis
los mandamientos de so D ios ; me citan
a
juicio, acusfodome de injusticia
y
d e
iofidelidad , y dicieodo , que no les cum–
plo lo que les tengo prometido .
'
No para suplicarle , sino para pley–
tear con el '
y
queja rse di!
e
~
Esta es la re puesta del Seno r a las
injus tas qu ejas
y
c:trgos que le hacen.
( De
que sirven, Jes dice , vuestros a) uno
t.
1
si
en ese mis mo dia que ayunais , no haceis
otra cosa q ue seguir
y
satisface r en todo
vuestros apetiros
y
pas iones? En ese mis–
mo dia a uestros deudores pobre i;
y
qoe
no os
ede n pagar , los apremiais inhu–
manamen te para que os pagu n.
3
El mismo dia que voso tros ayuna is,
lo
de tin ai para pleytos
y
cootiendas ,
y
p ra maltra rar de palabra
y
de obra a
a
Zachar.
YII.
5.
y quieren aber mis consejos: co–
mo ente q ue h ubi
e
i
i
o en
just icia , y que no hubi e d
m–
parado ]a L ey de
SU
D ios : con ul–
tanme sobre lo j uicios de miju ti–
cia: quieren
s
r
c rcanos a Dios
1 •
3
?, P or q ue ayunamos , y no
lo miras te : humillamos n uest ras
a nimas , y te desentendis te ? H e
aqu1 en el d ia de v uestro ay uno se
satisface vuestra vol untad
z ,
y a–
premiai a todos los q ue os d eben.
4 H e
aqui ayunais pa ra pley–
tos y contiendas , y heds con el
pufio si n piedad
3 •
N o ay uneis co–
mo h as ta aqui, para que vu e t ros
clamores sean oidos en lo alto
4 .
S
i
El ayuno que yo escog.l,
consiste
s
acaso en que
un
hombre
a:flija SU a nima por Un d ia ?
?,O
q ue
encorve como un arco u c beza,
y
q ue haga cama de saco y de
ceniza ?
i
por ventura llama ras
esto ayuno, y d ia acepto al
Se-
nor?
'
6
iEl
ayuno que yo escog1
6
vuestros hermanos los mas necesitados.
4
Y
no deis loga r a que vuestros cla–
mores , contiendas
y
violencias que exe–
cu tais en t ales dias , lleg uen hast
1
Cie–
lo,
y
atraigan sobr
vosotros una justa
venganza .
0
t ambien: No ayuneis coma
hasta aqui habeis hecho, sino con esp1ri–
t u de humildad
y
de penitenci a, para que
vuestros clamores
y
ruegos lleguen hasca
el Cielo ,
y
merezcan ser oidos.
s
: El ayuno que me agrada
y
q ue y o
apruebo consiste acaso en estarse un dia si n
comer , en anda r en el con la cabeza en–
corvada , fingiendo fiaqueza;
y
en
c
l:> rir–
se d e
cili
io
y
de ceniza?
MATTH.
vr.
6.
6
No , no es este el ayuno que me
agrada. Si quereis que vuestros ayunos
me sean ac ptoi ,
deb
is
desha er
lo~
•