AL REY NUESTRO
SE~OR
DO
CARLOS
IV.
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a por fin lleg6 el feliz mom ento de dar al
pá~
hlico con la· debida
aut~ridad
por la primera vez la
Sagrada Biblia
,
puesta en nuestra lengua
Castella~
na, para que se haga comun su letura a tanto
nit~
met'o de Fieles, como .son los del dominio
y
lenguage
Bspañol
,
que extendidos por las quatro partes del
.;
mundo en tantos Rrynos
y
Provincias forman l!!
mas dilataPla
y
hermosa porcion de la Santa Igle-
sia de Christo,
J
así puedan todo
1
zfbeber de lleno
las saludables aguas de la Di·vina Sabidurla
,
y
tratar sin cesar .con aq¡¡,el divino Maestro
,
que
~s
solo quien nos habla palabras de vida eterna. Este
Jué el exercicio continuo de ltJs primeros Christianos,
y
este el aJan de' la Iglesia desde sus primeros si-
glos
;
por ct!!}a causa los Libros san¡os
,
que los
Att~
tares divinamente inspirados habian dexado escritos
en H ebréo
y
en Criego
,
se trasladaron desde luego
al Latín
,
que era la lengua comten en estas par!es
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