PRACTICO.
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)0
ordenáse
la Providencia Divina,
cuidadosa (digalnoslo asi) de todos
nuestros bienes. Y si por lo que lnira
á .esta vida, vivell1niserable,
y
desdi–
chadalnente los infraélores
de
las le–
yes, teluiendo
siell1p~e
lo que saben
tener lnerecido; vease quán grande
deberá
ser nuestra aplicacion, asi por
lo ten1poral, como principalmente
por lo eterno, en sl!jetarnos de
tal
manera
á
unas,
y
otras leyes, .que
goce nuestro animo la alnabilisüna
tranquilidad,
y
que sin soberbia, sin
sepulcros quimericos, con rendida
sumision
á
Dios, corazon puro
j
'1
sincero,
y
con' justa confianza en su
. Clen1encia Divina' , tenganlos de .
tal
•
.
manera compuestas nuestras aCCIones
~ada
dia ,que nos , 'recojanlos por 1
nQche , como si no huvieraluos
de/vér el
,siguiente.
o
S. C. S. R. E.