LIBRO VI. CAP. XXXI.
·z
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4
Lo
fegundo: puede fer, que la Mageftad dd Señor ,
y
fus luces, aún conociendole , los tuvidfe dudo[os ,
y
confufos,
y
con una fuavidad inefable ' deslumbrado's del refplandor
de fu rofiro ,
y
de aqui les nacieífe
el
conocerlo ,
y
por
otra con el gufio,
y
la alegria
el
dudarlo ,
y
con todo junto en–
tre gozos , dudas , fufpenfiones , confuíiones , ninguno ofaíf¿
preguntar , quién eres tu ?
Tu quis es?
Lo tercero : es poíible,
que San Juan Evangelifia , para decir que no
le
hablaron pala–
bra ,
y
que eíl:aban admirados,
y
paGnados de ver al Señor tan
lleno de Mageíl:ad , digeífe que no le preguntaron , quien era?
Co1no quien dice : ni aun quien era le preguntaron , por
fer
las
primeras preguntas del conocimiento, faber con quien
fe
habla
al
conocerfe los hombres , y qualquiera de efias cofas tengo por
muy veriíimil.
A
!a duda oé\:ava: qué pan era aquel que tenia
alli
el
Señor; y íi era Sacran1ental : fe rcfponde , que es cierta
que no lo era , fino pan ufual,
ue trajo para el banquete ,
fi–
gura de otro pan , y otro banquete que le1S ofreci6 en la Cena
Soberana , y Cdeíl:
· ~l.
De d nde vendría el pan , no
es
necefa–
rio averiguarlo : vemd ria de 8onde vino
el
pez
á
la ribera ;
y
de
donde vinieron las brafas en que fe afaba; pues
el
que pudo pro -
ducir
el
pez fuera de la -mar ,
ejor hallaria
el
pan
y
las
bra–
fas
en
la
tierra , fopúeíl:o que tedo uve ,
y
fe
rinde
~
fu
eter.na.01nnipotencia.
(e)
CAPITULO
XXXII.
~
1
SI EL
SE:J\(21{
VIO A
SJl~
P
EV~O,
y
J
fas Compañeros del
pe~
que tenia prevenido
,
y
de
las
demds dudas del
LVliflerio
,
y
fu
fatisfaccion.
La
nona duda ,
{i
les di6
el
Redentor de los pe–
ces, que ellos trageron , 6 del que tenia preveni–
do, yo creeria que les di6 del fuyo ,
y
comi6 de
los fuyos
el
Señor , como apuntan1os arriba,
y
á.
efio me mueve [obre
el
fentido alegorico , que
referi111os ,
y
el
literal , que es fobre
el
que
fe
defpiertan todos
P
art.
II.
del Tom. II.
·
Ec
los
(e}
ItaMaldgn. Cayetan. & alij c9rnm\u¡.it. in Joan.
u.