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11

C

ONOCIENDO LA

B

IBLIOTECA

:

ESTRATEGIAS PARA APRENDER A ORGANIZARLA

1.1 Edad Antigua

Los antecedentes históricos de la biblioteca se remontan a la antigüedad. El lenguaje

fue el primer y el más importante de los sistemas para almacenar información y para

transmitirla de generación en generación. Cuando el hombre descubrió que podía

representar las palabras por símbolos visuales, inventó un nuevo medio de

conservación y transmisión de ideas: la escritura. Las primeras comunicaciones

escritas fueron los toscos dibujos grabados en rocas, piedras, cortezas de árboles,

cueros de animales o cualquier otro material del que dispusiera. «Aquellos dibujos

eran de tres clases: 1) pictóricos, que representan objetos concretos; 2) ideográficos,

que expresan las ideas sugeridas por los objetos; y 3) fonográficos, que reproducen

los sonidos de los objetos o las ideas».

1

La historia del libro y de las bibliotecas, desde los tiempos más remotos hasta nuestros

días, está indisolublemente ligada a la de la escritura. Los antecedentes históricos

de las bibliotecas se remontan desde aproximadamente 3600 a.C. hasta 2357 a.C.

Para el 2700 a.C., los sumerios habían establecido bibliotecas particulares y religiosas,

especialmente estatales. Entre ellas se hallaba la de Tello, cuya colección contaba

con más de 30 000 tabletas de arcilla.

La biblioteca asiria más importante fue la creada en Nínive por Asurbanipal, así nos

dice Hernández: «El catálogo de esta biblioteca estaba constituido por la lista de las

tabletas de arcilla que estaban ordenadas por materias y tamaños. Cada tableta

llevaba su marca de identificación».

2

1.1.1 De Creta a Alejandría

En el siglo VI a.C., por influencia de la cultura cretense que se había irradiado

por toda la península griega y la zona del Mar Egeo, ya existían bibliotecas

en Grecia, como la de Pisístrato, tirano de Atenas, o la de Polícrates, tirano

de Samos, asimismo existían otras como la de Eurípides. A ellos, debemos

sumar la figura del sabio Aristóteles, que se preocupaba por recopilar y

conservar la cultura del pasado; su biblioteca pasó por varias manos hasta

que años más tarde fue adquirida por Apelicón de Teos a cambio de una

fuerte suma de dinero.

Sin duda, la más importante y conocida de todas las bibliotecas del período

helenístico fue la de Alejandría, de la que podemos mencionar el Museion,

fundada por Ptolomeo I (323-285 a.C.), que llegó a contar con 700 000

rollos de papiro. La biblioteca de Alejandría recopiló manuscritos de todas

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1

MANGUEL, A. (1998).

Una historia de la lectura

. Madrid: Alianza Editorial.

2

HERNÁNDEZ, José (1984).

Diccionario histórico del libro y la biblioteca

. Turrialba: Talleres litográficos de IICA.