)
-
169 -
Elena.-Sois
niñas
j
sois buenas
Escuchad Ja rnzon
Dios detesta
las
riiias;
Reamor~,
pues, humildes (bis)
,
Odi ar es un baldon.
Adela.-Annqne
JlllirL
me
ofende
Con su reir atroz,
Por complacerte amiga
Perdono esa cr:1el risa (bis)
Olvido mi furo r.
J nlia.-
"N"o creas, niiia rnia,
Qu e
s mnll'.
vol untad,
Der; o te
corrij a&>
P~~rn.
r1ue nsi te estimen (bis)
Los
'l ll C
debeRamar.
L as
il'es.-Ami3·as,
olvidemo3
Esfa necia cncstion ;
ViY<ti nos
siempre unidas
Porqne a
1
Yernos rcilidas (bis)
oufre mi corazºon.
ESCENA IV.
DICHOS,
l"~A
CnfADA .
0ricu!ct.-¡Sciíorita El eua!
Elena.
-¿Qnó qni eres
~ndrca?
C,.icufo.-.\ fo era
l1 ai
una person:1 que desea hablar al'd.
E lena-(
a
las
ni11as).-Espcradme un
momento, queridas m:c.s. Vuelvo
al irrntaute (Sale).
ESCEN4
V.
ADELA
I J ULIA.
Adela.-¿,Qnién
husc::mi a Eler.a?
J
ulia.-A1gnno de Rus pobres, nin duda. Es tan bonda.r1osn, nnestI·a pobre
Elena. Ella no sclo !1yuc1a en sus trabajos n sus protej idos, sino
que
acompaiiada
de al gunas arniguitas que hn, sabido con–
q11i;-;tar,
se ha const itui do en
macdra
de las niii as pobres del
barrio, ense ii ámlol::!.. a leer
i
co~;er.
Así es que todas
l!1
aman
i'.
los pobreR
qne socorre
b lbrnan
an jelito.Adela.-Yo
e11'.'Ídio la resignacion
i
aun el
conteL.tocon
qne Elena vive
en
1n
medin.níe!, mi0ntrn::;
q11e
~- o
"
trnqne
existo
rodea.dade 1ujo
i
solo
me ocupode
p<.1sear
i
diYcrtirme,
me fast idio
11veces
i
te lo
confesJ.ré,bm; tczo en lo
mejor
de una ti esta.
J nlia.-Y
¿céimo signe:· esa
Yid~?
Adela.-Por
co:.>t nmbre. Siento e!l el mundo un Yacío que no puedo lle–
nar, una.
sed de'
c2riiio
verdadero
i
_sirnpntia
por
IUÍ
i
no
por
n1i traj e
o mi fortuna.
J ttlia.-¿I
tus pudres?
22