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CANTADO.
Adela.-Yo
sé bien arreglar
Tertuli as, sé bailar,
I en montar
a
caballo
No conozco rival.
Organizo un concierto
Do
so
oiga la voz mia,
I
todos mis amigos
Me adulan
i
me
miman.
Elena.-¡ Ah!
que placer mi corazon
Esperimenta haciendo el bien,
lHi
alma se goza cuando
el
que sufre,
Alivio encncntrr.
al
padecer.
(i\Iirando
al
jardin.)
Por serviros haré cnanto pueda;
Amigas mias, confiad en mí.
A DUO•
Adela
1
.
J
•
•
1
Elena mra aep csn,
viua
Esto es gozar, esto es
vivir.
HADLADO.
E lena.-No
dudo que a1gun dia, pensarás como yo i· entónces veras de
cuantos peligros nos snlva el trabajo, de cuantos dolores nos
consuela el estudio , i esto sin cont[.tr con la utilidad que los
conocimientos adquiridos pueden prestarnos en la pobre3a i en
la
soledad.
Adela.-Crco
que
será
mui bueno lo qne me dices ; pero
mi papá
es rice>
i
no ne 8c::i itaré de g:_mar
b
Yicb.
con mi trilo.'.l.j o;
i
adem:is
es
tan
fastid ioso el estudio
i
la
c·):;tura
hace poner los oj os feos
i los dedos negros.
P 2ro
ahí
viene
es::i fost.idio:·m, de Julia con
sus pesadeces.
ESCENA III.
DICHAS I JULIA.
Julia.
-¡Hijitas mias! ¿cómo estún Uds.? (Se abrazan.) Vaya Adela que
estás hecha
una
lindura! de
seg uro que
si en Santiago se liega
a
publicar un periódico de
n:ioda.s,
te verás retratada de
fi gurin
con t n carita rosada i tus posiciones académicas.
Si
pareces
una.
moni ttt
de
peluquería.
A rlela.-Ya
e.::;tnis, Jnlia, con t u:s burlas.
Elena.-ru.
cadctcr burlon t8 acarreará muchas ene:nistades,
~ulia.
No
seas nsí.