-·
160 -
Haré que el ·hombre injusto
De su razon conozca el estravío :
Le mostraré tu senda
I a tu leí santa volverá el impío.
Mas librame de sangre,
Mi Dios! Mi Salrador
!
inmensa fuente
:pe piedad! i mi lengua
Loará tu justicia eternamente.
Desatarás mis labios,
Si tanto un peéador que llora alcanza;
-
I gozosa a las jentes
Anunciará mi lengua tu alabanza.
Que si víctimas fueran
Gratas a tí las inmolara luego;
.
Pero no es sacrificio
Que ·te deleita, el que consume el fuego.
Un corazon doliente
Es la espiacion que a tu justicia agrada:
La víctima que aceptas
Es un alma contrita i humillada.
Vuelve a Sion tu benigno
Rostro primero i tu piedad amante,
I sus muros la humilde
J
erusalen, Señor, al fin levante.
I de puras ofrendas
Se colmárán tus aras, i propicio
Recibirás
mi
dia
.
El
grande, inmaculado sacrificio.
A.
BELLO.
\