Table of Contents Table of Contents
Previous Page  135 / 182 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 135 / 182 Next Page
Page Background

134 .

II.

¡Oh eajista! qué chasco

No sufrirá quien crea que tú

i1o

eres

.El

sor mas enibustero de los seres!

El

que tal no te crea, ese

h;i,rá

fiasco,

I

se arrepentirá de su confianza,

Si acaso, incauto, intenta

Ponerla

allí

en los burros de una imprenta:

Que dejes de mentir no hai esperanza.

III.

¡Si!

no me acortlar;é yo de aquel dia

(Maldito cuarto de ho1:a) en

que

tentado

Por el diablo, di a luz enamorado,

U

na cancion que

a

Laura dirijía!

Al principio r ecuerdo que decia:

-0:Cuando de vuestra frente

Los rizos bajan

a

la blanca nieve

Del cuello airoso,

elcetera, etce!éra.)>

Mas el cajista en vez de esta manern,

Cambiando letras puso:

«De vuestra frente el ruso

BaJa a la blanca nieve» ...

(Badulaque!

I

que no haya algun jefe que lo atraque ·

I

vengue al escrito':, al literato,

Cual conviene a tamaño desacato!)

,IV.

Mas adelante alab0 sus a:cabellos»

Pero

él

me hace alabarle sus

caballos;

I

poniendo dislates

a

destajo,

Me ·hace decir un poco mas abajo

Que me enamoran sus rizados

callos;

Que

sus

grasas

me_ tienen derretido,

I

que suspiro por su

dulce lodo;

I

allí

donde la invoco i digo:

a:¡Oh diosa!:)

Me

h~.ce

llamarla

odiosa!

·

Pero esto no fué todo

Porque en vez de concluirla de este modo:

<Ya qne no puedo daros

Ni palacios ni flores

)