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D

esconocimiento y

prejuicios que

entrampan

el

inicio de

la gran

T

ransformación

tas conducen necesariamente al desarrollo capitalista, y a una de-

cepción más para quienes soñaron con la gran Transformación. La

construcción del nuevo modelo exige nuevas herramientas.

Los discursos inflamados de cambio de modelo no contenían el

conocimiento científico del modelo capitalista que genera pobreza,

desocupación, corrupción, crisis ambiental… Es por ello que, en la

mayoría de casos, después de una lucha cruenta por tomar el Po-

der; después de perder innumerables vidas, sufrir atroces torturas,

el gobierno socialista, comunista, o progresista, termina siendo una

dictadura más, un nido de corrupción más. La inexistencia de un

estudio que nos demostrara el origen del mal y la alternativa de

solución nos ha conducido a estas aberraciones.

Ahora sabemos que el origen del mal se encuentra en la Repartición

Individualista del resultado neto de la actividad económica. Sabe-

mos que la respuesta es la substitución de la posición hegemónica

de la Repartición Individualista por la posición hegemónica de la

Repartición Igualitaria. Además, que esta substitución debe darse

dentro del marco de una economía de mercado a dos sectores, en

donde el sector a Repartición Igualitaria será el hegemónico.

Ahora sabemos también, que las empresas-país resumen el cuadro

teórico de un cambio de modelo económico y de sociedad. Pero

algo más, mediante las empresas-país se acelerará la instalación

del proceso de trabajo de concepción. Con ello, las empresas-país

nos conducirán no solamente a la eliminación de las grandes des-

igualdades socio-económicas al interior del país, sino también a

utilizar la nueva forma de trabajar que la Humanidad está creando:

el proceso de trabajo de concepción, a fin de recuperar el atraso en

las formas de trabajar y el cuadro de vida que genera.

La pregunta que surge es: ¿habrá que esperar tomar el Gobierno

Central para crear las empresas-país? La respuesta es contundente:

de ninguna manera. La creación y desarrollo de las empresas-país

puede iniciarse desde ahora, sin esperar a la toma del Gobierno

Central.