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que se desarrolla a través de los intercambios en precios expresa-
dos en unidades monetarias. Por un lado, estos intercambios gene-
ran mercados en donde se compran y venden bienes económicos
venidos de todos los rincones del mundo. Es decir, esta forma de
trabajar ha creado un solo espacio económico a nivel mundial, al
cual no se puede escapar. Lo que significa que desde hace seis si-
glos aproximadamente vivimos una
economía-mundo
.
Por otro lado, cada bien económico se expresa tanto en su natura-
leza física como en su contrapartida monetaria. Se puede tener el
bien físico o su contrapartida monetaria. Lo uno o lo otro. Los dos
son equivalentes. De tal forma que, el dinero se ha convertido en
un elemento insustituible de la actividad económica. Y el compor-
tamiento individualista, aguijoneado por la Repartición Individua-
lista y la Configuración Mundial, ha hecho del dinero un Dios.
La alternativa de solución que propongo toma en consideración
esta realidad. La actividad económica deberá desarrollarse a través
de intercambios, precios, dinero, mercados, eficiencia, rentabili-
dad, y competencia a nivel mundial. Estos son los elementos de
una moderna forma de trabajar.
Algo más, esta forma de trabajar es solamente uno de los dos ele-
mentos de toda actividad económica. El segundo elemento es un
tipo determinado de repartición del resultado neto de la actividad
económica. Existen dos tipos de repartición que la Humanidad ya
los ha practicado. Se trata de la Repartición Individualista, en posi-
ción hegemónica desde hace unos diez mil años aproximadamente,
y la
Repartición Igualitaria
practicada en los orígenes de la Huma-
nidad, igualmente en posición hegemónica.
Lo expuesto anteriormente nos ayudará a precisar la noción de
economía de mercado, una forma bien específica de actividad eco-
nómica que se ha impuesto, a nivel mundial, desde hace unos seis
siglos aproximadamente.