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D
esarrollo
integral de una
P
rovincia
: M
arañón
tividad económica se reparten entre todos, en partes más o menos
iguales; y otra, la
Repartición individualista
, en donde el resultado
de la actividad económica es apropiado exclusivamente por quien
maneja el acto económico.
La cultura inka, y sobre todo la pre-inka, desarrollaba una actividad
económica de bienestar general porque, aun cuando todavía utiliza-
ba la tierra cultivable como elemento esencial de su forma de tra-
bajar, el tipo de repartición del resultado de su actividad económica
era la Repartición Igualitaria. Un tipo de repartición que facilitaba
que el total del resultado de la actividad económica volviera sobre
todos los miembros de la comunidad, en términos más o menos
iguales. Sobre este contexto es que nace la minka, el ayni, y el traba-
jo se realizaba con plena cooperación y con alegría. Por otro lado, la
repartición igualitaria impidió la aparición de pobreza y desempleo.
En cambio, cuando los españoles invaden el Abya Yala, ellos ya
tenían diez mil años de comportamiento individualista, porque el
segundo elemento de su actividad económica era la Repartición In-
dividualista, en donde todo el resultado de la actividad económica
es propiedad exclusiva del amo o del señor feudal. Con este tipo de
repartición, el comportamiento social es de rapiña, de egoísmo, de
individualismo a ultranza. Es el tipo de repartición que ha creado,
a nivel mundial, la pobreza primero, y el desempleo luego. Genera
un ambiente sórdido, en donde todo es válido para “salir adelante”.
Aun cuando España continuaba todavía con una actividad econó-
mica basada en la agricultura primitiva en la forma de feudos, bajo
el dominio de un señor feudal; no podía escapar a la influencia
inglesa de la nueva forma de trabajar basada en la máquina, en los
intercambios, y en el uso del dinero para las transacciones y para
acumular riqueza. Las riquezas ya no se medían por la extensión
de las tierras de cultivo sino por la cantidad de oro y plata amasada.
Esto explica por qué los españoles invaden el Abya Yala con ansias
del oro, la plata, y del poder. Por consiguiente, poco les interesaba