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omo
iniciar
la gran
T
ransformación
?
Así tenemos que, cuando los españoles invaden el Abya Yala, ellos
ya practicaban los intercambios de los bienes y servicios, con pre-
cios expresados en unidades monetarias. Porque, a pesar de que su
economía seguía siendo fundamentalmente una economía agrícola
primitiva, no podían escapar a la ya naciente economía-mundo que
forja la nueva forma de trabajar,
el proceso artificial de produc-
ción
. Una forma de trabajar que tiene como elemento fundamental
a la máquina. Países como Holanda, Francia y, sobre todo, Inglate-
rra, ya practicaban esta nueva forma de trabajar y, por consiguien-
te, eran los países con mayor crecimiento en Europa.
O sea que, con la invasión española nos insertamos en una econo-
mía-mundo, pero con una abismal diferencia en la forma de pro-
ducir bienes y servicios. Por un lado, una abismal diferencia con
relación a España y, por otro, una diferencia mucho mayor con
relación a países como Inglaterra en donde la máquina había rem-
plazado a la tierra cultivable como el elemento fundamental de la
actividad económica.
Para decirlo de una manera figurada, mientras los ingleses estaban
viviendo el siglo XV, época de la invasión, nuestra cultura Inka se
encontraba a varios miles de años de retraso. Mientras los ingleses
desarrollaban la economía de mercado basada en las industrias, en
la máquina; nuestra cultura inka desarrollaba una agricultura primi-
tiva en base a la chakitaklla. La cultura inka estaba todavía en una
economía de autoconsumo, sin precio de los bienes y sin moneda.
Hasta aquí en lo que significa el encuentro de dos civilizaciones
en cuanto a las formas de trabajar, una superior a la otra por miles
de años.
Pero ahora veamos el segundo elemento de la actividad económi-
ca, la decisión socio-económica.
La decisión socio-económica tiene dos formas de manifestarse:
una es la
Repartición Igualitaria
, en donde el resultado de la ac-