DE SAN AGUSTIN.
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3·
sea
la
alabanza que los hombres den
al justo , no debe poner en ella el
fin
de su buena obra , sino que la ha
de ordenar
á
Dios, por quien los ver–
daderamente buenos obran bien; por–
que por él ,
y
no por sí mismos son
·hechos buenos. Finalmente en el mis-–
m_o Sermon babia dicho el Señor (
1)
,.,resplandezca vuestra luz en presenciá
de
los hombres
,
para que vean vues–
tras buenas obras,
y
glorifiquen
á
vues·
tro Padre que está en los cielos.
A
·aquello en que puso el fin , esto es-,
la gloria de Dios , debemos mirar ,
s_i
hacemos alguna buena obra quando
nuestros ojos están apartados de
Ja
vanidad : no esté , pues el fin de
(1)
Math. 6.
16~