DE SAN AGUSTIN.
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ya
no vea la vanidad ; siendo liber–
tado,
y
transferido de la servidum–
bre de corrupcion
á
la libertad de
gloria de los hijos de Dios.
Por cierto estas palabras
pue–
den entenderse de este modo ,
sm
extraviarse de la regla de la
fé;
pe–
ro hallo este otro sentido que con–
fieso
me
agrada mase El Señor dice
en el Evangelio (
1):
si tu vista fue·
re
sencilla
,
todo tu cuerpo será res–
plandeciente; pero si fuere mala, todo
tu cuerpo será tenebroso
;
y
si la luz
qu~
hay en
tí
son tinieblas, las mis–
mas
tinieblas
quan
grandes serán?
En
atencion
á.
esto se debe tener mu-
'
cha cuenta quando hacemos alguna
(1)
Math. 6.
22.