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SERMONES
ber
lo
que
ignora , sino
porque ,no
ha
y
cosa
que se le oculte.
Recon1iéndasenos
pues
la gracia
de Dios , quando el que sabia la
ley segun la letra , pide aun al Se–
ñor le
ponga
ley;
y (
1 )
como la
letra
mata,
y
el espíritu vivifica,
ora
pa–
ra hacer
por
el espíritu
lo
n1ismo
que
sabia por la
letra ,
no
sea
que
sabiendo el precepto ,
y
no obser–
vándole, incurra tambien el vicio de
la prevaricacion.
Ademas
que saber
la ley como
debe
saberse ;
esto es,
que
se
entienda su sentido; la causa
por que se ha puesto
á
aquellos que
no
la
habian
de guardar ; qué utili–
dad tenga el
haber
entrado
la
ley (
2)
(t)
2.
Cor.
3.
6..
(z)
Rom~
)·
20.