DE SAN AGUSTIN.
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hiendo dicho:
REPREHENDIS–
TE IS
Á
LOS SOBERBIOS,
no
añade malditos los que se apartaron
de vuestros mandamientos, hablando
de pretéritq,
y
acordando solo aquel
pecado de los primeros hombres; si–
no que dice:
MALDITOS LOS
QUE SE
DESVJAN.
Convenia á
la verdad que todos se atemorizasen
con aquel exemplo para no apar–
tarse de los divinos mandamientos,
para que amando la justicia en todo
tiempo , consiguiésemos en los tra–
bajos de este mundo lo que perdi–
mos en las delicias del paraiso.
Mas por quanto los soberbios aun
con tan grande reprchension no baxan
la cabeza ;
y
aun abatidos con el