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SERMONES
Dios ; y que con mucha
facilidad
podian cumplir, no teniendo
flaque~
za
alguna
que les
apartase ,
les im–
pidiese ,
ó
retardase su cumplimien–
to. Y
véase como
toda esta
pesa–
dumbre de miserias ,
y
trabajos
de
los mortales ha venido
á
ser en cier..
to modo una hereditaria reprehension
de los soberbios ; pues quando dixo
Dios ( r):
A dan en defnde
estás~
no
ignoraba el lugar que · ocupaba , si–
no que le
reprehendia como sober–
bio; y no deseaba saber dónde esta–
ba , esto es
la grande miseria
á
que
babia venido
á
parar ,
sino
que Je
amonestaba de ella,
y
le reprehendia
con
la
pregunta. Pero nótese que ha-
(1)
!bid.
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9.
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