DE SAN AGUSTIN.
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ta
razon otra Escritura: puso en
la
muerte su casa ,
y
,en los infiernos
con los hijos de la tierra sus apoyos.
Tambien estos mismos
·son
pe~egri
nos ,
é
inquilinos ; no respecto
de
es–
ta tierra, sino respecto del Pueblo
de
' Dios, del qual son extraños. En aten–
cion
á esto
dice
el
A
postal
·á
los cre–
yentes,
y
que participan
ya
del de–
recho de
la
santa ciudad que _no es
de este
mundo (
r):
ya
no sois inqui–
linos,
y
peregrinos
,
sino que sois ciu–
dadanos de los santos
,
y _
doniésticos
de
Dios.
Aquellos pues , son ciuda–
danos de la tierra, que son
peregri–
nos
respecto del
Pueblo de Dios ;
y
19s que son ciudadanos en el
Pueblo
(t)
Ephes.
2.
r
9.
Liv