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Obras de
'Tal
está el rostro tuyo
en
el arena .
Fresca rosa; azu.cena
blanca
y
pura.
Tras esta
una pintura·estraña
tira
Los.
ojos
de
quien·mira.,
y
los
detien~
Ta
rito,,que
no.
conviene
mirar cosa
Estraña
ni
hermos~·,
sino
aquella.
De
ves~idura
bella
allt
vestidas
Las
gracias esculpidas
se
veían:
Solamente
tr.ahían
un
delgado
Velo,
que el delicado cuerpo viste;
Mas tal
que no resiste
á
nuestra vista.
Su
diligencia en vista demostraban:
Todas tres
ayudaban
en una hora
A
,.,
.1
una
muy
gran
senora·
que
pana:
Un.
i11fa1m: se
vfa
ya
nacido,
Tal,
qual
jamás salido de otro parto
Del primer siglo
al
quarto·
vi6·
la Luni.
En
la
pequeña cuna
se
leía
Un
nombre
que
decia,
Don
Fernando.
Baxahan dél hablando de dos curnbrei
.Aquellas nueve
lumbres
de
la
vida:
Con.
Hgera
corrida iba con
ellas,
.
QQal Luna.
con Estrellas, el mancebo
Intonso
y
rubio
Febo;
y
en llegando,
Por órden abrazando
todas
fueron
El niño,
que
tuvieron
luengamente.
Vido como
presente
de
otra parte
Mercurio
estaba,
y
Marte cauto
y
fiero,
Vien•