Gareilaso.
to
J
Barr~cndo
el
suelo miserablemente-_
Las rosas
blancas
por allí sembradás
Tornaba
con su sangre colora-das.
'Ad6nis
este
se
mostraba
que era,
Segun se
muestra
V
1
énus
dolorida,
~e
viendo
la
herida abierta
y
fiera)¡
Sobre él estaba casi
amortecida.
Boca con boca coge la postrera
Parte
del ayre
que solia
dar
vid~
Al
cuerpo
por qurendla en este
suelq
Aborrecido
tuvo
al alto Cielo.
t.a
blanca Nise
no, tomó
á
destajo
De
los pasados
casos lá
memo-ria,
Y
en
la labor
de su
sutil trahajQ
No
quiso entretexer
antigua
historia~
Antes mostrando
de
su
claro
Tajo
En su
labor
la celebrada gloria,
Lo figuró en
la
parte
donde
ba·ña
La tnas felice tierra de la
España.
Pintado el caudaloso
rio
se via,
~e
en áspera estreche:za reducido,
V
n monte cási -al
rededor
ceñía
Con ímpetu corriendo
y
con
ruido ;"
"Querer cercarle
todo
parecía
En
su volver;. mas era afan
perdido:
Dcxábase
cotrer en
fin cler-echo,
Contento
de
Jo mucho qüe habia hecho.
E~
ta.Jnpuesta en la
~ublime
cumbre
bel