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II
PRÓLOGO.
cunstancias que acompañan un mismo asunto , haciéndole
tambien argumento de tratados separados , segun varía la
naturaleza de los cuerpos en los quales le considera, Y co–
mo todos los que conocemos , se di viden en s6lidos
y
flui–
dos , era muy natural dividiese en dos tratados distintos
<fUanto acerca del movimiento de ambos nos importa inda–
gar , llamando Dinámica la cien ia de las fuerzas y del
movimiento de los s6lidos, é Hydrodinámica la parte que
trata de señalar las leyes del movimiento y equilibrio de
los
fluidos.
Aunque es uno mismo en la substancia el objeto de
estos tratados ,
y
en ambos se ventilan punto de muy pe–
nosa indagacion , no llegan ni con mucho las dificultades
de la Dinámica á las de la Hydrodinámica, y por esta cir–
cunstancia precede aquella á
la otra , a
í
como entre to–
dos los ramos de la Matemática mi ta ocupa el primer lu–
gar la ciencia del movimiento de los cuerpos ; merecién–
dole esta primacía el influxo que tiene en los mas de los
efectos naturales el movimiento , que con el fuego pode–
mos considerar como el alma de toda la naturaleza. Don–
de no hay movimiento no puede haber vida ;
y
los mis–
mos elementos que Dios cri6 para la conservacion de lo
criado , se transforman en causas , 6 in trumentos de su
destruccion , luego que parada por algun accidente su agi–
tacion natural , imitan con su violento sosiego la inmobi–
lidad , que á lo menos en los animales suele ser el primer
indjcio de la muerte.
Pe-