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ELEMENTOS
Fig.
del centro
B
,
al rededor del qual se vÍá un movfmiento
regular
y
uniforme.
Se
inclinaba
á
creer que
el
Equante
se
habia de verificar en el movimiento de la tierra al redeclor
del
sol, como en
el
de los demás planetas. Movióle tambien
á
creerlo ·la noticia que le dió Tycho de que
la
orbita anual
ó
el
excéntrico del sol le parecía que no era siempre de una
misma cantidad. Con efecto , quando Tycho suponfa
uni–
forme
el
movimie~to del sol al rededor del centro
B,
y
la
tierra en
A,
y
determinaba despues la excentricida-d por
medio de la equacion de la orbita
AEC,
que le daba una
excentricidad
AC,
tomaba el residuo
CD
del diámetro en·
tero
FD
por radio del círcnlo, pero
CD
discrepaba del
ra~
.dio
BD
que supuso primero. Era, pues , preciso que halla~ _
,se diferentes entre sí los radios de la orbita solar, y se per-–
suaigiese
á
que el sol no siempre estaba á la misma distahcfa .
respecto del centro·
del
excéntrico ; esto le manifestaba
á
-
Keplero que dicho centro no era el punto al rededor del
qual se verificaba
el
movimiento reguhu. Por este motivo
'buscó Keplero
Ps>r
observacion la paralaxe anua de Mar-
te (
5
I
7 )
en dos posicion€s de la tierra diametralmen-
te opuestas, en el afelio
y
el
perihelio, con corta diferencia,
observand.o cada . vez Marte en quadratux-a
áda
el
mismo.
p·unto dé_ .su ~orbira.
. .
6
7
I
Suponiendo Keplero que la orbíta del
sol
era
ut1
círculo cuyo centro
B
era el punto de igualdad , no podia
menos de haUar .este círculo mayor ó menor ·comparándole
r¡
1
o.
con~
lbs demás planetas. Sea
S
el centro del
sól ;
M,
el
lu-–
z.ar