,
DE ASTRONOMIA.
un efecto mayor que
el
que resulta de las mayores diferen-
Fíg.
das en la posicion de Júpiter respecto de Saturno,
y
cuyo.
efecto
es
sensible particuhrrmente desde principios de este
siglo. ~ál sea esta causa no se sabe; pe,ro es constante que
las últimas revolodones de Saturno discrepan unas de otras
mas de una semana, aun descartando todas las desigualda-
·des conocidas , sin que una diferencia tan notable pueda
provenir ni de la atraccion de Júpiter ,
ni
de ninguna de
las demás causas
que
conocemos.
En consecuencia de esta desigualdad , dice
Mr.
de
la
Lande, no he podido esperar el cumplir en mis nuevas ta-–
blas de Saturno con las - observaciones modernas
y
con las
antiguas
á
un mismo tiempo. Pero como para las urgencias
~,ctuales
d~
Ja Astronomía nos importa tener tablas que con-–
cuerden con el estado presente de los movimientos celestes;
me he gobernado por las observaciones hechas de
3
o
años
á
esta parte; he supuesto el movimiento secular
"/i
de
4
s
2
3
°
1
4
1
3
0 11 ,
el de un
año ·.comun
1
2
°
1
3
v
2
6
11
; ·· 5 8
2
4
5
,
el movimiento diurno
2 1
0 11
5 6;
9
1
3,
este
movimiento viene
á
ser medio entre los movimientos me–
'dios
que ha habido
.
desde un
siglo
aéá
'
y
este es el
I
que
se
debe usar en las investigaciones del Afelio
y
de la ex–
centricidad de Sat9rno ,
á
no ser que se quiera hacer uso
de
un
-movimiento diferente en diferentes períodos.
6
4
9
:
Por lo que mira
á
la equacion secular de
Júpiter
Mr.
Wargentin ', que ha hécho muchísimos cáJculos pertene–
cientes
á
la teóricá ·de este planeta, supone en las tablas qué
ha