ELEMENTOS
Fig. tablas de Halley , esto es , de
I 2
°
I
3
1
2
1
11
4
6
por año,
la anomalía medía de Saturno era en ambos casos d,e 8
$
1
:2
2?
Por consiguiente qualquiera error que se padeciese
en:
el
lugar
del Afelio
ó
en la equacion de _la orbita de
Satur–
no, no puede resultar ninguna diferencia ; la comutacion
entre Júpiter y Saturno era de
r
s
1
7.º
en el primer caso,
Yi
I
5
~
0
en
el segundo, esta _diferencia de configuracion es
muy corta , para que la accion de Júpiter haya podido s~r
sensiblemente diferente.
Al contrario en
1
7
o
I
y
r
7
6
o· , el error de las
tá...
blas ha sido de 8
1 :
y de
2
r : , quiero decir en un inter-
. valo igual de tiempo ha crecido
I
3
•
1
Luego el movimien-–
to de Saturno en dicho intervalo de tiempo , ha sido
I
3
mí~
m1tos de grado mayor, de donde resulta que sus revolucio–
nes son mas cortas seis días
y
medio, que las revoluciones
que había hecho desde r
6
I
6
hasta
I
7 4
5
.•
Sin embargo
la anomalía medía era de
3,
5
.
I
O
en ambas observaciones
de r 7 o r
y
I
7
6
o , la comutacíon
ó
el
ángulo en el sol
entre Júpiter y Saturno era de
r
9
°
en
1
7
o
r ,
de
3
oº
en
I
7
6
o.
Por consiguiente
el
espresado error en el
movi–
miento medio no puede provenir , á lo que parece ,
ni
del
error que
se
puede padecer en los elementos de Saturno,
ni
de la
atraccion
de
J
t'1piter.
6
4 8
Es,
pues,
consta~te
que fuera
de
la
atrac.-1 ,
don de Júpiter , hay
en
Saturno una desigualdad
cuya
causa ha de ser ·otra que la
accíon
de Júpiter ; cuyá
causa .con
una
misma
configuracion
con
Júpiter~ obra
un