DE ÓPTICA.
Estas
apadencfas
están representadas tambíen en la figura, Hg.
en
fa
qual globos iguales colocados en un qtladrante de cir- 3 o 3_~
cunferencia
FG
trazado desde
el
centro
O
,
representan
el
globo de la luna á las diferentes alturas que espresa la ta•
bla,
y
globos desiguales colocados en la concavidad
ABC
entre los rayos visuales que el ojo puesto en
O
reci-
be
de la circunferencia de la luna ,
á
las mismas alturas,
señalan las diferentes magnitudes aparentes del mis1;no pla...
neta. Los diámetros de los globos desiguales
A
y
B
que–
representan el globo aparente de la luna, están por consi–
guiente en la misma razon que sus distancias aparentes
OA,
OB
(
2 1
9
) ;
y
es cierro que han de parecer en la mis-
ma
rázon que la que tienen realmente en la superficie dond~
están , porque juzgamos que en la misma superficie están to--
dos los obgetos que vemos
en
el cielo (
4
r
I
y
4
r
2
) ;
por manera que la apariencia es cabalmente la misma que
si
se hubiese pint~do la
luna en una
superficie real
ABC,
en
diferentes lugares de la misma superficie segun las pro~
porciones que hemos señalado poco antes ; en cuyo caso
se nos deberia figurar ciertamente que las magnitudes rea-/
les de las pinturas mas anchas de la luna baja
ó
poco alta,
son realmente mayores , bien que las magnitudes visibles-
-de dichas pinturas , que corresponden
á
imágenes iguales
en
e~ fondo del ojo, sean perfectamente iguales.
4
1
5
Por
la misma razon todos los demás obgctos
que
vemos en e~ cielo ,
y
las distancias de las estrellas nos han
de parecer , del mismo modo ~ue el sol
y_
la luna ,
mayo- _
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