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Discurso II.
para ello tom6 de la materia .en que domina;.
ba
Arima.no.q~anto
le
foe
necesario
a
su
fin:
tom6 tambien una conveniente porcion del fue–
·go, 6 luz del Trono Celestial ,
y
de todo for–
m6 est.e Mundo superior ,
e
inferior , con to..
dos los astros,
y
brillantes estrellas de nuestra
inspeccion· , esto es, el Orbe en que vivimos,
y
quanto le rodea. Proporcion6 la fecundidad
en la tierra a la Variedad de SUS frutOS, plan–
tas ' arboles,
y
minerales :' esparci6 por ella
Ia diferencia de animales que la habitan ,
y
sobre todo constituy6 la especie hurnana en
sus dos primeros individuos, infundiendo ·en
sus cuerpos la porcion mas pura de aquel ce-.
Ieste fuego ' que es SU anima. Empleo en to–
da esta grande obra seis tiempos ,
que
segun
la
inteligencia
de los Magos hacen un afio ;
y
evacuada la comision' se subi6
a
hacer c'ompa–
fiia
a
SU
Padre en las inmediaciones de
SU
Trona.
106 .
Luego que Arimano se .hizo cargo del
hurto de
Ia
materia en que presidia ,
y
en que
creia tener un absoluto imperio , sin que al–
guno sin su orden pudiese en ella entrometer–
se;
y
enterado tambien del uso que Orornazo
venia
a
hacer de 'ella formando este grande
Universo , irritado del ,ultrage que crey6 ha..
ber