'~S;
corresponden á aquellas :
ro
es'toyxv11.13_.2.6..
en
ellos
,
y
Vos en
mí;
y
á
estas
otras:
A
fin
de que el amor con
que
Vos me haveis amado esté en ellos,
J'
ro
en ellos
;
lo que
promete
di~
ciendo:
Allí donde
ro
estoy
.,
esta-
XII.
~6.
rá
tambien el que me sirve.
Y se lo
ruega
á
su Padre :
Allí donde
ro
estoy, quiero, Padre mio, que
estén
tarnbien conmigo los que /7os me ha-
xvx
1
•
~4•
veis
dado.
Esto nos declara dos ver·
dad
es.
La una , qtJe lo
que
-se
enseña
~los hombres~
debe serr'tarnbien la
materia
de lo que se
trata
con Dios
en la oracion. La otra ,
que
la
mi~
ma cosa , que hace la materia del
mandato ,
y
de la
promesa ,
hace
al mismo tiempo la
materia
de la
oracion ; porque lo
que
debemos
pedir
á
Dios ., es la
obediencia
á sus
mandamientos ,
y
el cumplimien-
to
de sus promesas.
Es
poderoso,
Rom.-tv.
i
1.
dice San Pablo,
para cumplir lo que
promete.
Y
San
Agustin , hablando
de los
mandamientos ,
decia :·
Con-
ce-