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tia1 , que rio
procede de ella ,
sino
de Dios.
¡
Qué irregulares movimientos
hace un Caballo fogoso ,
y
valien-–
te ,
quando lo monta para domar...,,
lo el
Picador. Proceden aquellos de
su
fogosidad ;
y
esta de
su
fuerza
violenta,
y
desarreglada. Despues
yá
se compone ·; obedece mejor
·a
la espuela' al freno'
y
á
la
mano
'f
Ue
lo maneja ,_
y
guia
á
la ·dere.'.:..
cha ;
ó
á
la izquietda ,
y
le aprieta·;,
ó
detiene
á
su
arbitrio. Por fin,que–
da domado , hace lo que le man:.
dan
1
anda al paso ;
y
sabe correr;
pero no con aquella precipitacion
* ºn que se fatigaba , por negarse
~
la obediencia. Su fogosidad se
tru~·
·ca en vigor,
ó
por mejor decir , se
ha arreglado aquel vigor , que
en
cierto modo pendia de su fogosidad.
Advertid, que no perdió los brios;
sino que
lós
moderó,
y
que no
ne–
cesita de espuela ;
y
casi ni de bri–
da. El mas mínimo movimiento con
que
indíca su voluntad el Pkador,
B
z
le