bueI
vo
f
decir , que el
amor que
nos tiene es una extension ,
y
efu–
sion de el que desde la eternidad ha
tenido,
y
tiene á su Unigenito Hi–
jo.
V
é
aquí el principio , el origen,
y
el manantial de nuestra
felicidad~
Y
por tanto, Jesu-Christo nos lla–
ma,
y
quiere que entendamos con
estas ultimas palabras quán
grande~
y
quán inmeasa es su gloria ,
la
qual véremos ;
y
viendola , parti–
ciparémos de ella.
¡Qué misterio tan
~r~ode
es·
Ja
e1evacion del hombre
!
odo el
i
.
misterio de Dios ,
y
toda la eterna,
é
intima comunicacion del Padre,
y
del Hijo , queda declarada ,
y
el
verdadero sentido en que
Dios es
1 •
Cor· xv'
J
,;
,J
1
.
i8.
touo a touos
,
segun a expres1on
·
de San Pablo.
Christiano,
i
y
despues
de
lo que acabas de oir , podrás tener
aún
amor
á
las cosas perecederas
de la tierra
?
i
Quándo entenderé–
mos, que no podemos
puri~car
bas...
tantemente nuestros pensatnientos,.
R
3,
afee...
-·