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dentes de la tierra
,
y
las haveis
revelado
á
los pequeños
:
asi sea,
Padre mio, pues que lo haveis que–
rido. Todas las cosas me han sido
dadas por
mi
Padre
;
.Y
ninguno co–
noce al Hijo
,
sino el Pad!e; ni
nadie conoce al Padre, sino el Hijo.;
y
aquellos
,
á
quienes el Hijo lo
9uisiere revelar.
Por eso· dice aquí :
El mundo
no os ha conocido
,
con la misma
verdad que antes havia dicho:
Vos
haveis ocultado este secreto d lo.r
sabios del munlio,
quienes hinchados
con
su
cienGia vana , no han que–
rido someterse
á
la justicia de Dios.
Padre justo, aquellos no os cono–
cen;
y
ro
os conozco,
y
os he he–
cho conocer de estos
,
que han sa–
bido buscar la verdad en la peque–
ñéz ,
y
en el humilde abatimiento
de su espíritu. Padre justo , haced
que ellos adoren, temblando, el me–
recido ,
y
terrible juicio ., que Vos
egerceis sobre el mundo, que está
pribado
de
vuesrro
conocimiento:
'¡
y