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toles
estaban turbados , dec;falleci-
. dos,
é
incredulos; aquellas :Vlugeres
buelvo á decir , que fueron las pri..
meras
á
quienes se apareció
Jesu–
Christo despues de resucitado.
El
Buen-Ladran fue
tambien de los
que creyeron; pero se sabe, que
no fue por el mlnisterio de
los
Apostoles : El egemplo de
J
esu–
Christo lo convirtió ,
y
su promesa
le aseguró de su salvacion.
Digamos , pues, que como esta
oracion
era
principalmente por la
fundacion de su Iglesia, no consi–
deró en ella Jesu-Christo mas que
los
medios ordinarios de que se que·
ria
valer
para establecerla ,
y
fun–
darla ;
y
que
por esa
causa
no ha–
bla en ella
mas
que de
los
Aposto–
les , que estaban presentes ,
y
de
los que debian creer por medip de
su palabra.
Es
induvitable, que
Jesu-Chris--.
·to recomendó
á su
Padre
publica,
ó
secretamente
otras personas,
ade–
más de las
que
menciona en
el
cita–
do
·