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tualidad
de donde venia ,
y
la
obli–
gacion en que estaba de bolverse.
Y
á
se llega el lance en que en–
tienden los Apostoles., con mas dis-–
tincion que hasta entonces., aquella
verdad que ha de desimpresionar–
les de todos sus errores sobre
el
Reyno de Jesu-Christo. Havianse
lisongeado groseramente de verle
establecer en la tierra con todo el
boato mundano ·; pero esta idéa se
desvanec.e con subirse Jesu-Christo
al Cielo, porque se
vé en
eHo
que
no es de
~ste
mumdo
su
}leyno;
que
tiene su Trono
á
la derecha de Dios;
y
que desde allí
ha de
postrar
á
sus
pies todos sus enemigos.
Asi lo entendieron los Aposto–
les ,
como se infiere de la primera
Platica de San Pedro , que alegó
una
autoridad del Psalmo c1x.
y
por eso conociendo donde debia
reynar Jesu-Christo,
y
vencerá sus
enemigos , aprendieron á pedir–
lo todo
en
su nombre. Todo el se–
creto
consistia en estas
palabra~.
Yo