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que Y
o
profiero , es del
mismo.
_ Las palabras de
J
esu-Christo res–
piran algo de divino , por su senci–
lléz , por su profundidad,
y
por una.·
cierta autoridad benigna cdh que sa–
len :
Ningun hombre ha hablado ja–
más como este:
porque ningun hom-
Joan. vx
1 •
bre ha sido Dios como él, ni ha te-
4c,.
nido sobre todos los espiritus aque–
lla autoridad natural, que pertenece
á
la verdad ; que hace que sin esfor–
zarse, ni engreirse influya tan sua..
ve,
y
tan intimamente , que ·todos
ceden
á
ella sin violencia.
Péro la maravilla de esta pala–
bra es, que este Hombre que habla
comoDios , hable al mismo tiempo
Joh.:u_i,so.
como que lo toma todo.
Lo
que ro
·
digo, lo digo como mi Padre me lo
ha
dicho
:
y como me lo dice siempre,
porque siempre me está hablando,,_
como palabra que eternamente soy,
suya.
.
Mi
Doc'frina·no
es mía,
sino
de
Joh.vn.i
6 •
mi Padre,que es quien me ha embia-
8
1
•
do.
i,
Y
qué p.ruebij nG>s
dá de
esto?
El
'l,úe