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era necesaiio que los combid1dos
estuvieséu adornados de un
ciert6
n1odo:
y
asi
iban
magnificamente
vestidos al festín
n~upcial.
Y
esta
es la
causa
porque
el Hijo d\:.
Dios,
que toma sus con1paraciones
de
lós
usos mas
comunes ,
y
mas conoci–
dos en Ia
vida
humana, alega
aqui
la vestidura
nupcial,
para expli–
car los
adornos interiores ,
que es
necesario
que
llevemos
a
Su
ba~
<jUete.
Estos adornos son : · primera–
mente
la
inocencia ,
y
la
santiáad
bautismal.
Antiguamente
se ad-–
ministraba la Eucharistia
imrne–
diatamente despues
del
bautismo:
y
es indubitable ,
que
la:
santidad ,
bautismal
es la
disposicion ;
y
paFa
explicarme asi , el
natural adorno,
que se necesita
llevar
al festín del
Esposo. Pero la
parabola
del Hijo
·Prodigo nos enseña ,
qt1e
les·gran–
des pecadores , que han
sido harta
infelices para perder su inocencia,
y
manchar
aquella
vestidtua
nop~
cial,_