386
esa
piedra
uoica,
y
funqamental,
y
al mismo tiempo
debia
ser un
escandalo
a
Jerusaleo.
Escandalo
ti
i.
Cor.
13.
los
'J-udios,
decia San Pablo.
El
qu~
pegare
cot;itra esta
piedra,
y
caJere,
luc.
xx.iS.
se harti pedazos.:
y
aqu,;l
Jobre quien
~lla
cayere
quedará
escachado
,
j
·,
/Jecho añicos con la
fuer~a
de
su
1
p.eso.
1
Jesu-Chri-sto
es nuestra
regla~
)
~
nuestro Juez :
qua.odo pecamos
tropez~mos
en esa piedra, caemos
.sobre esa regla :
y
la
piedra
cae
~obre
nosotros quando
Dios
nos
castiga : lo uno es
consequencia
de
]o otro.
El pecador,
qne
con
esta
caida se
ha hecho añicos,
y
ha
p~rdido
toda
su
fuerza
quebran–
. tando la
Ley
de Dios , se
ve
es–
cachado
por
su
justicia ,
y
vengan•
za
ete.rnav
Los Fieles se pueaen nnir
a
·esa
piedra
de
un
modo mas
coove~
1.
Petri
2 •
niente,
y
mas
felíz.
Acercaos,
dice
4•
s.
ó.
7.
~an
Pedro,
d
esta piedra
viva,
re~
y ..
2.
probada de
lo;
hombre¡,
y
honrada
.de
Dios.