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tlli
quiere lo que
le
ofrecen,
y
as1
Ja criatura carga con
todo.
E
tpreciso ,
pues ,
que
el
hombre
se
·resuelva,
'se
aplique,
y
obre con
toda su
eficacia
en el camino
de
~la
virtúd.
La
buena intencion
santifica
to–
das
las
aéciones
de
la
alma ,
á
la
manera que la vista fixa ,
y
firme
·aclara
todos
los pasos del cuerpo.
Debemos renovar
muchas
ve–
ces
al
dia
•esta
buena
intencion,
y
pedirle
a
·Dioscontin~amente
que
. 11os
la
fortifique.
Deben1os
diri–
girla
sin cesar
a
Dios ,
y
no
dis–
traerla
a
otros objetos·.
No podeis servir
d
Dios
,
y
a
las
Ma.
v r • z4.
ri~uezas.
Segun
San
Pablo ,
ta ava-
CoI.
111 •)·
ricia eJ un
culto de
los ldolbJ.
Los
-que
son gulosos ,
glotones,
y
corneda·
res
no tieneu
m~a:'S
Dios, que
su
vie·n..
tre.
Segun el
mismo Apostol,
de
todos los
objetos que
amamos ha–
cemos ·otros tantos Dioses. Todo
amor vicioso es
una
especie
de
ido–
latría.
t
Havra
ql4lien
quiera -servit
ª