rto)
corazon ulcerado,
y
lleno
de amar·
. go resentimiento ,
y
con
manos
in–
clinadas
a
la
venganza.
Ponderemos bien esta
senten~
cia :
Si
vuestr9 hermano tiene algo
Matt,
Vp
2
3·
contra vos;
y
no
solamente si vos
le
ha
veis
dado
causa , sino tambien
aunque
el
se
haya
equivocado'
es
preciso tratar
caritativamente
con
el 'y
aclarar la verdad de la quexa;
no sea que vos llegueis
a
aborre--
ce rle' quando llegueis
a
saber
que
el
os aborrece.
El
presente prime-
ro , el don pri1ne1·0 , que debemos
ofrecer a Dios es un corazon exen-
to de toda frialdad ,
tibieza,
y
ene- .
mistad con el
proximo.
No esperemos para esto
al
dia
de
la
Comunion : el
dia en
que oy.–
gamos
Misa ,
ora asistan
a
ella
muchos, ora estemos solos, este
dia antes de entrar en l a
Iglesia,
ya
nos hemos de haver reconci-
liado.
.
Aun debe ser mas acendrado
nuestro amor por la paz :
San
Pa~
blo