I
.
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se escape ; es necesario
cumplir
tambien
todo lo que ha
dicho pa4t
.ra nosotros.
Matt.
xxrv~
El Cielo,
y
la
tierra
pasavrln,pero
.35·
1nis
pulabras no
pasaran.
Si el Sol
desapareciera de repente
y
esta
antorcha
del
mundo
se apagara en
medio
del dia ;
si
el Cielo ,
y
las
Estrellas
cayer<ln
hechas
trozos:
si debaxo de
nuestro~
pies se un–
diera,
y
abysmara
la
tierra,
y
si un
cimiento tan sólido,
y
estable
se
desmenuzara,
y reduxera
a
polvo,
¡
que
desgracia para
nosotro~!
Pues
aun
sera mucho
rµayor
desgracia,
si uo
observarnos
el menor de
los
mandamientos de
Je.su-Christo.
Y si no los observamos; Jesu–
Christo, que
ha
dicho
que
han
de
ser observados
inviolablemente,
mentira?
Blasfemia
horrible.
No,
hennaoos
mios,
no : porque hay
una condicion '
que
dice ' que
sera
castigado
el
que
no
los
obserre,
y
gu~rde.
Luego
si
vosotros desobe–
~eceis
el menor mandato
de Jesu-
Cbris-