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la
fe]icitaban de ello. Al dia octlvo
vinieron
á
circuncidar al Niño,
y
le
llamaban Zacarías
~
que era el nombre
de su Padre. Pero su Madre respondió,
diciendo: no por cierto, sino que se lla–
mará Juan. Respondi erohla : ninguno
hay en tu familia , que tenga ese nom–
bre; y preguntaro11 por señas
á
su Padre,
cómo queria que se llamase; y él pi–
diendo un tintero , escribió: Juan es su
nombre ; de lo que quedaron todos ad·
mirados.
A
este instante se abrió su boca,
y
se desat6
su lengua,
y
empezó á hablar,
bendiciendo
á
Dios. Todos sus vecinos
se llenaron de temor: y la fama de es–
tas cosas
se
divulgó por toda la mon–
t aña de la Judea : y todos los que las
h abia11 oído, las conservaban en su
me–
m o ria , diciendo :
¿
quién pe~1s_ais será
este Niño? porque
la
mano
del
Señor
e taba con él,
segun su poder,
y
pro–
teccion se habia hecho visible en su na–
ciniiento
(
r ) .
Y
Zacarías su Padre lleno
del
E
pfritu Santo, profetizó diciendo:
Ben–
( r) Dua. Calm.
N
ot. Alex.