Y-42
tud dél gabi nete, euand'o podiamos haber conseguido
el respe to de la misma EuTopa, que admiraba nues–
tra bizarría. Sin erario, sin crédito, sin marina, este
elemento el único quizá que necesitábamos para con–
servar las Am.éricas, y estenrler
el
comercio . <le nues""'
tra situacion peninsular: el egército, el benemé ritg
cgército desatendido
y
condenado
á
la desnudez
y
mi–
seria ·en recompensa. de sus heró-icos servicios : la ad·
mini t racion• de ju ticia, bien
el
mas grande que
di -
frutan los l1ornbres en el estado de. sociedad,
y
el áni–
co que los llamó
~
formarla, fluctuando entre las ma–
nos ele Ministros r f!ducidos á la suma estrechez, en–
.tretant'o que se planteaban en la Corte para recreo
-~umptuosos
edifi. :-íos que solo deben ·emprenderse con
los sobran.tes, segun ley de economía,
y
lo que enseña
la
historía haberse egecutado siemp re en España y en
toda<; partes: los hombres de Ii;i.érito postergados
y
con–
fundidos en la oscuridad, mientras aparecian al . rede•
dor del Sólio los mas ·ineptos que eran condecorados
con las primera dignidades, aunque ala-uno carecia de.
C•ip:lCidad
pa.raobtener empleo público , segun las le–
y es de España: atendidos e:sclusivamente los sectarios
del destl'llcto r sistema,
y
aun entre éstos prevalecien–
do el cap1·icho
y
el fa vor con
t.rala ju.; ticia conmu–
tativ~:
_las mismas autoridadeg de ley oondenad<ts
á
la mas arbi traria nulidad por
1a
subrogacion de las
cámaras secretas y oscuras,
cuyo
miembros siendo
descono idos, podían
~
su salvo. disloca rlo tod , como
lo hic.ieron,
si 1J
ri esgo de responder á nadie con su
opinion ni
per~ona:
la
re·t uracion de los Jesuitas
en la ocasion eu que
ú
p ena pod ia o.- tene rse el cle–
r
necesario ,para el pasto espi ritual de
la,~
almas:
la p rovisiou <le todas las prebendas
y
beneficios va–
cantes , que formaban ya el mas pingue
recurso del
Estado : la pérdida
y
transmision á otras potencias de