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guerra civil se ha hecho el convencimiento en
la universalidad de los ciuda–
danos, con pocas y lamentables escepciones, de que no puede haber paz
estable y verdadera sino bajo el imperio de las leyes, únicas capaces de pro–
tejer sin parcialidad y sin esclusiones, el goce
tranquilo de esos bienes pri·
mordiales de toda sociedad civilizada.
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Es unicamente para llegar á ese resultado, Sr. Ministro, que hemos em–
puí'iado las armas y las abandonaremos con gusto, encontrando en un arreglo
pacifico las garantías indispensables para el establecimiento de un Gobierno
que responda á aquellos grandes intereses, un Gobierno de legalidad
incontes–
table, un Gobierno de todos y para todos, verdadera espresion de la Soberania
Popular.
• Pugnando por sustituir el actual órden de cosas por una situacion en esas
condiciones, no
solo entendemos servir
á nuestros
esclusivos
intereses de
ciudadanos orientales, sino
tambien consultamos
los de nuestros vecinos y
propendemos al bien estar y prosperidad de los estrangeros laboriosos y pací–
ficos que vienen á habitar nuestro suelo y robustecer nuestra nacionalidad.
• En tal concepto y para alcanzar mas 6 menos directa 6 inmediatamente
la realizacion de los propósitos que hemos creido deber enunciar, nos antici–
pamos á declarar á V. E. como el mayor homenaje que podemos rendir á la
interposicion del Gobierno Argentino, que estamos dispuesto á colocar en el
último límite las pretensiones que podríamos hacer valer dadas las circunstan–
cias actuales del país.
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Pero á la vez creemos cumplir con un deber de lealtad hácia el Go-,
bierno de V. E., declarándole, de la manera mas formal, que no apreciamos
como garantias suficientes en
favor de los derechos porque pugnamos,
las
declaraciones
inconsistentes y
las promesas
ilusorias que hasta hoy se han
hecho llegar á nuestros oidos.
• Las garantias, en todo caso, deberán ser efectivas y de
tal manera esta–
blecidas que hagan imposible todo engaí'lo, circunstancia ésta, que por des–
gracia debemos tener en vista, dados
los antecedentes que
fácil nos
serian
r«1cordar si en este documento y en esta oportunidad no debieran
alejarse
recriminaciones retrospectivas.
• Hecha esta declaracion que no dudamos sea apreciada por el espíritu ·
imparcial del Gobierno Argentino, entramos con confianza en la nueva nego·
ciacion que se abre para la pacificacion de la R epública.
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Los intérpretes de nuestras vistas son los señores doctores D. Cándido
Joanicó y D. José Vazque7. Sagastume; ciudadano D. Estanislao Camino y
Coronel D. Juan Pedro Salvañach, quienes van munidos de las instrucciones
del caso, deseando al Gobierno de V.
E.
un éxito completo y feliz.
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Tengo el honor de saludar
á
V. E. con la mayor consideracion.
• Dios guarde á V. E. muchos añOi.
Ti'moteo .A.parido.
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.A.l Excmo. S r . Mz'nistro de Relaciones Exteriores
de
la República Argen·
tino, Dr. D. Cárlos Teietlor.