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El General Medina y sus amigos por otra parte, entre los cua–
les se habia formado recientemente un Centro Político que
funcionaba secre tament e en Montevideo, y que se componia de
los Sres. Caravia, Antonio M. P er ez y el Dr. Fuentes, mas
moderados, aunque no menos deseosos de reconquistar los de re–
chos del Partido
acional, trat aban de contener
á
aquellos y
proponian otro movimiento menos precipitado, que en su bpi–
ni on, creian ma
co nveniente, porque ofreceria t ambien ma–
yores probabilidade
de éxito
á
los r evolucionari os .
Su impaciencia por invadir el t e rritorio oriental, que se cui–
daban poco por mantener r eservada, hub o de costa rle .cara al
General Aparicio, pues habiendo llegado sus propósitos
á
co–
nocimiento del General Urquiza, dueño y señor de vidas y ha–
ciendas en la provincia que gobernaba, empezó
á
p e rseguirlo
como
á
un foragido y par a escapar
á
la tenaz p ersecucion que
se le hizo, se vió Aparicio obligado
á
buscar r efugio en los
montes de la provincia de Corrientes, donde pasó muchas pe–
ripecias, hasta que por mediacion de un amigo pudo obtener e1
indulto del despótico cacique entre rriano.
En este estado las cosas, Rada y Belis, que t enian un peque–
ño negocio de almacen en el Palmar, convienen en que era
tiempo de poner en práctica sus proyectos y al efecto r esuelven
hablar para pedirles su cooperacion á Aparicio, B enitez, Ferr e r
Gutierrez y Saavedra, que se encontraban r esidiendo en
ei
departamento de Gualeguaychú, manifestándoles que ya esta–
b an cansados de esperar y que, segun las noticias que se re–
éibian de la República Oriental, el momento era oportuno para
invadir.
Aparicio y los demás gefes nombrados aceptaron en el acto
la invitacion que se les hacia, y resolvie ron entonces que el Co –
ronel Rada se trasladase á Buenos Air es para consultar con
otros amigos y constituir allí un centro que tuviese la dir eccion
política del proyectado movimiento .
En esta ciudad el emisario de los emigrados se puso en rela–
·cion con algunos correligionarios y encomendó la direccion de
los trabajos á D. Federico Nin Reyes y los señores Dr. D. Eus –
taquio Tomé y Francisco Garcia Cortina, de qui en recibió los
primeros fondos para costear los gastos de viaje y hospedaje en
Buenos Air es.
De regreso de Entre-Rios el Coronel Rada, comunicó á sus
amigos el resultado de su comision y se r esolvió que volviese