Table of Contents Table of Contents
Previous Page  31 / 42 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 31 / 42 Next Page
Page Background

- 14 -

¿ Mienten igualmente los dos croni stas indios, sobre este punto? No está a mi alcance

di lucidarlo. Pero

si , como es

natural,

aceptamos que no

mienten,

ese Dios Supremo de

lo s peruanos

¿

no tuvo un nombre? Si lo tuvo y no fué Wirakocha

¿

cual fúe e se nombre

Se ría curioso

1

exce pc1onal en la ilistoria, q ue hubieran tenido un Ser Supre mo sin nombre

propio y distinguido solo por epítetos d eif i can • es.

¿Fué Fachacamac?

Poma de Ayala ha

acab c:~.do

por

rematar a este dios ;

porque tambien lo pone, muy claramente, de simple atributo de Wirakocha.

¿Fué el monosílabo Kon? Este no tiene mayor derecho a la existenc i a

que el fantasmagórico Ymaymana, de siete ojos, de

Lafone O.uevedo

y Lehmann Nitsche

y s us de fensores peruanos, que no saben quechua.

¿Fué el bis!labO Wari? Mucho me da que pens6.r el si gnificado de war i

vicuña, en el aimara, y su conjunción

con~~

sol, sag r ad o, .q,ncestro; en resumen:el

sagrado, el ancestr6 ( o , por extensión, Dios) de la vicuña.

1

si a esto agregamos el r ar o

a sunto de los g i gantes, cuyos hueso s parece q ue vieron algunos cronistas sepún se vé de

este trozo de Arriaga :"y tambien (adoraron) a l as c..sas de los Huaris, q' son los

primeros pobladores dd aqu1!lla tierra,

«'

ellos diczen fueron gigantes,

y

es cierto q'

en alg unas partes lo fueron y se halla haesos de disforme y increíble gradeza, que qu i en

no lo ve, ni los toca con las manos, ni lo cree ra, porque

se mue st ra por la porporción

de los huesos, aver sido seys tanto mayores q' los h ombres de ahora y de

l a

tierra de

ellos llevan para sus enfermedades y para malos fines de amo r e s. etc.

ynvocan a l!uari

q' dizen es. el Dio s de

las f'uerras quando an de hazer sus Chacras, o casas para que

se l as preste". I

s i, despues

1

aceptamos o por lo menos suponemos que estos

famosos

hueso s de g igantes no fueron s ino huesos del macroauchenia, un llama g i gante, ante-

cesor de los camélidos

suramericanos (vicuña, paco, llama, huanaco), descubierto por

los paleontólo g os, en tie mpos modernos, en el Brasil y otros lug ares de América del

Sur, y a esto agregamos que pudo ser muy bien que

los autóctonos peruano s conocieran

-por semejanza de piezas esqueléticas , el craneo, sobre todo -perfectamente dichos

huesos como piezas del esqueleto de un llama disforme al '! Ue hubieran llama d o

: el sa–

gradó , e l 1illcestro, ( el dios , por extensión),

~'

de l as vicuñas, de los auquénido•

e n ge neral, wari: War1 willca

¡

Si, además , t al es autóctonos hubieran salid o con la treta

de

los gigantes cuando el respetable Cieza de León y otros croni s tas le s preguntaron

sobr~

el si gnificado de tales huesos, que el celo extirpa• orio de las creencia s de los

indi os ejercitado por lo s sace.·Q. otes y corre gidores de la época hubiera hecho desaparecer,

tendríamos una explicación.

Por otra parte, por analog ia con t antísimos topónimos terminados en

~el

mismo nomb re wari willca

encuadra muy bien

-s i n ninguna violencia

~rama

-

matical del quechua n i del aimara -al s i g nificado de

adoradores o que rinden culto "