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General Andrés A. Cáceres. Uno de los destacados hijos de
Tacna en la campaña del Centro, fué el Coronel Freyre, que
dejó descendencia en esta ciudad.
Por sus incursiones contra las tropas
chile~as
acantonadas
en Huancayo y al mando del Coronel Estanislao del Canto,
fueron fusilados. en la Plaza de Huamanmarca, en 22 de abril
de 1882, los guerrilleros mestizos o cholos sicaínos: Enriqu e
Rosado Zárate, Vicente Samaniego Vi vas y Tomás Gutarra,
quienes mostraron altivez y coraje admirable3.
En la misma plaza, en
1883,
Cáceres, lue¡ro de una in–
dagación sumaria, mandó fusilar a los salteadores Vilchez y
Laynes, que, so pretexto de organizar guerrillas para enfren–
tarse al enemigo, cometían mil números de delitos en los
pueblos de la ribera derecha del río Mantaro.
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oesoe
los años de la
lndcpend encio, son notables las
ferias ele Huancayo. Cada domin¡¡o de! año se conglomeran
en muchas cuadras de la Calle Real, cientos de vendedores
de productos de la industria extra njera como de la manufac–
tura india y mestiza. Esta feria de Huancayo tiene de exis–
tencia, pues, más de 100 años. Porque araiz de haberse estable·
cido en esta población el Cuartel General del Ejército Realista,
los jefes españoles obiigaron a los indios y mestizos a traer sus
productos y venderlos
libremente. Tal venta se hacía
los
domingos para que, por sí mismos, los soldados se proveye–
ran de los recursos más necesarios.
Y aun mucho antes de la Independencia, Huancayo era
ya un centro incipiente de feria. He las palabras de Carlos
Bustamante Inca- Concolorcorv'l-, que pasó por 1765:
"En
el valle de Jauja, dice, el comerciante puede vender algunos
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